La prueba de velocidad de sedimentación globular (VSG) es una de las pruebas de laboratorio más utilizadas en la medicina para evaluar la presencia de inflamación y enfermedades en el organismo. En esta ocasión, explicaremos este concepto y su análisis, además de herramientas que pueden arrojar luz sobre este tema.
Como es habitual, recurrimos nuevamente a la sangre en busca de respuestas para este tipo de inflamaciones: ¿es una infección, un tumor o una enfermedad autoinmune? Si bien es cierto que no servirá directamente para diagnosticar un problema, sí podrá dar al personal sanitario muchas pistas sobre qué otras pruebas realizar a continuación o qué pautas se deben seguir. De ahí que suela solicitarse y sea necesario conocer sus resultados. Hoy veremos en qué consiste y qué puede significar el resultado. ¡Vamos allá!
¿Qué es la velocidad de sedimentación globular?
La esencia de esta prueba radica en medir la velocidad a la cual los glóbulos rojos de la sangre, también conocidos como eritrocitos o hematíes, descienden o sedimentan (de ahí su nombre) al verter el líquido en un tubo de ensayo. Este tubo suele ser de tipo largo y estrecho, el que seguramente nos venga a la mente cuando pensamos en un tubo de laboratorio.
¿Cómo interpretar los resultados de esta prueba?
La interpretación de los resultados se basa en milímetros, midiendo la cantidad de plasma transparente que permanece en la parte superior del tubo después de transcurrida 1 hora. En condiciones normales, se espera que los glóbulos rojos desciendan gradualmente hacia la parte inferior del tubo, de manera lenta y, sobre todo, dejando una cantidad mínima de plasma transparente en la parte superior.
Si se observa un gran número de estos componentes tenemos que ponernos un poco ‘alerta’, sobre todo porque también hay un aumento de las proteínas llamadas reactantes de fase aguda. Son estas las que hacen que los glóbulos rojos caigan de forma extremadamente precipitada, cosa que a su vez aumenta la velocidad de sedimentación globular. Un reactante que ya hemos explicado sería, como hemos comentado arriba, la proteína C reactiva o el fibrinógeno. Ambos componentes aumentarán en cantidad si hay un proceso inflamatorio desarrollándose.
¿Qué conlleva una inflamación?
Esta especie de “señal de alerta” es una respuesta inmune del organismo, que nos avisa de que está ocurriendo algo malo. Puede ser relativamente pequeña o aguda o desarrollarse de forma lenta y extendida en el tiempo, convirtiéndose en crónica (enfermedades autoinmunes o cáncer).
Eso sí, la prueba de la velocidad de sedimentación globular no diagnostica, solamente proporciona información general sobre la inflamación. Hay que tener en cuenta que el nivel de sedimentación puede elevarse en muchas ocasiones y situaciones, por lo que hay que estudiar más a conciencia la causa.
Hoy en día contamos con pruebas un poco más específicas y capaces de llegar a una conclusión más rápidamente, por lo que el uso del análisis de la velocidad de sedimentación globular está un poco en desuso. Sin embargo, puede ser práctico y necesario en determinadas ocasiones, como en el caso del diagnóstico y la monitorización de la arteritis temporal, la vasculitis sistémica y/o la polimialgia reumática.
Además, es necesario contar también con el hecho de que existen zonas en el mundo que, lamentablemente, no cuentan con estas nuevas pruebas, más específicas, por lo que la VSG sigue siendo una opción excelente hasta que lleguen a esas zonas los avances.
Hay casos en los que la velocidad de sedimentación globular, en vez de ser demasiado alta, es baja, como cuando se produce una inhibición de la sedimentación de los hematíes (policitemia o leucocitosis), además de en ciertas alteraciones proteicas. También podremos observar disminución de sus valores en anomalías de la morfología celular (anemia falciforme).
En cuanto a los casos en los que aumenta de forma más o menos ‘natural’ o dentro de unas causas localizables podemos mencionar la menstruación o el embarazo, momentos de aumento transitorio de estos valores. En la infancia esta prueba suele realizarse para diagnosticar y monitorizar a tiempo posibles casos de artritis reumatoide o de enfermedad de Kawasaki.
¿Cuándo pedir una prueba de sedimentación globular?
Esta prueba lleva muchos años realizándose cuando aparece algún tipo de información ya que, aunque no es específica, sí puede darnos datos sobre los siguientes pasos a tomar, sobre todo si se sospecha que la inflamación la puede causar una infección o un cáncer.
También es muy útil a la hora de monitorizar la actividad y la respuesta al tratamiento de las enfermedades que hemos comentado arriba; también añadimos en esta categoría el lupus eritematoso sistémico.
Cuando aparece fiebre en un paciente que no tiene un historial médico muy complicado y no se entiende a qué se debe, un análisis de velocidad de sedimentación globular puede ayudarnos a esclarecer las causas, así como en caso de tipos de artritis concretos y síntomas que afecten a los músculos. Formará parte de la lista de pruebas que se tendrán que realizar para confirmar un diagnóstico de las siguientes afecciones:
- Arteritis de células gigantes.
- Polimialgia reumática.
- Artritis reumatoide.
Un análisis de este tipo también es muy útil a la hora de gestionar y dar un número a la gravedad de la respuesta inflamatoria y llevar un control del tratamiento y del efecto que está causando en la enfermedad y en el paciente. De todas formas, suele recurrirse a otros exámenes ‘extra’ para apoyar una teoría y un diagnóstico específico y acertado.
Resultados
Como hemos explicado, los resultados del análisis de velocidad de sedimentación globular darán la distancia en milímetros (mm) que los glóbulos rojos han recorrido en una hora (h). Existen unos valores considerados normales o estandarizados: en hombres es de 0 a 22 mm/h y en mujeres de 0 a 29 mm/h.
Como existen varios motivos por los que la velocidad de sedimentación globular puede aumentar, los resultados de este análisis deberán entenderse y comprarse con otras pruebas que se realicen. Estas cifras serán interpretadas por el médico a cargo teniendo siempre en cuenta el historial clínico del paciente y su estado de salud.
Es posible que se de un aumento en la velocidad de sedimentación globular sin que haya más síntomas, de forma aislada. No se puede descartar que se deba a un problema más grave, por lo que habrá que ahondar e investigar. Hay que tener también en cuenta que se pueden dar casos de subida de VSG, además de cuando hay inflamación, en anemia, infecciones, en el embarazo y en personas mayores.
Como existe una amplia variedad de posibilidades, lo mejor es, dependiendo de los síntomas del propio individuo, utilizar pruebas adicionales. Cierto es que las personas que padecen mieloma múltiple o con macroglobulinemia de Waldenstrom, 2 tipos de tumores que generan cantidades exageradas de inmunoglobulinas, tienen como característica o síntoma una VSG muy alta. En estos casos no aparece inflamación pero ese aumento se debe al propio tumor.
1 hora después de la prueba el técnico de laboratorio se encargará de hacer la lectura de la velocidad de sedimentación globular. Hoy en día, dependiendo del equipamiento del laboratorio, el análisis se puede leer en unos 20/30 minutos. Sin embargo, también existen pruebas ‘rápidas’, increíblemente útiles en los servicios de urgencias, ya que reducen el tiempo de espera de los pacientes utilizando método centrífugo. En este caso tendríamos los resultados de la prueba 5 minutos después de la configuración.
Pruebas extra
Llevamos ya un buen rato comentando que existen o suelen hacerse pruebas conjuntas a la de la velocidad de sedimentación globular. De por sí el médico lo que suele pedir siempre, además de la VSG, es un estudio metabólico o hemograma, aunque la proteína C reactiva también suele aparecer entre las elegidas. Cuando se sospecha de una infección severa, el hemograma será obligatorio.
Ambas (VSG o PCR) son marcadores de inflamación, pero la diferencia radica en que la primera no cambia o varía de forma tan rápida al comienzo ni durante la inflamación como sí hace la segunda. Sin embargo la prueba sigue siendo necesaria como complemento ya que, por otra parte, la PCR no tiene tantos factores que le afecten como la VSG. Lo que tiene el análisis de sedimentación es que es muy fácil de hacer: es un análisis de sangre simple y no se necesita siquiera ayuno.
Algunas otras pruebas complementarias
Por ello, veamos qué otras pruebas se suelen incluir cuando se procede a realizar un análisis de velocidad de sedimentación globular:
- Anticuerpos antinucleares.
- Factor reumatoide.
- Fibrinógeno.
- Electroforesis de proteínas séricas.
Lo normal es que el aumento de la VSG venga acompañado también de la aparición de 2 proteínas: las globulinas y el fibrinógeno (que también funciona como marcador de la inflamación). Por ello se suele solicitar el análisis de esta proteína para medirla y una electroforesis de proteínas séricas. De esta forma podremos detectar cuál de ellas, o si ambas son las responsable del aumento de la velocidad de sedimentación globular.
Para este tipo de pruebas es necesario contar con la experiencia, la tecnología y la pasión del equipo de un laboratorio capaz de realizar análisis clínicos de referencia y gestionarlos para que se integren de forma ágil y flexible en la operativa de cualquier otro laboratorio. En Ambar Lab contamos con más de 3.000 pruebas de laboratorio y te ofrecemos un acompañamiento completo en la gestión de tu negocio y en el desarrollo de nuevos proyectos.
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