HCM alto en sangre: ¿qué significa?

HCM alto

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Sabemos que lo que le da el característico color rojo a la sangre es la hemoglobina, una de las  muchas proteínas que contiene este líquido de la vida. Estas, concretamente llevan consigo hierro y, concentrado en los hematíes. Gracias a la hemoglobina, los hematíes que contiene pueden unirse al oxígeno en los pulmones y transportarlo hasta los órganos y tejidos de todo el organismo que lo necesiten.

También es capaz de fijar una cantidad reducida de dióxido de carbono para transportarlo desde los órganos y/o tejidos en los que se encuentre hasta los pulmones para que sea exhalado y eliminado del cuerpo. Como ves, la sangre hace que ‘podamos respirar’, por así decirlo. De ahí que el control de todos sus aspectos sea tan importante. Hoy vamos a hablar del HCM o de la hemoglobina corpuscular media, que se encarga de medir la cantidad de hemoglobina en los glóbulos rojos de nuestro cuerpo. 

Tener valores altos o bajos, es decir, irregulares, en el HCM puede ser problemático para la salud y el correcto funcionamiento del cuerpo, de ahí que se recomiende realizarse un análisis de sangre anual. Sin embargo, no queremos volver a insistir en la importancia de un control regular; ya lo haremos al finalizar el post. De momento, explicaremos qué es el HCM y qué ocurre cuando se tienen un valor alto en sangre.

 

 

¿Qué es el HCM?

 

La hemoglobina corpuscular media forma parte de una serie de mediciones que se realizan en los glóbulos rojos de la sangre para comprobar que las cantidades de todos los componentes son correctos. Estos índices miden el tamaño, la forma y la calidad de los glóbulos rojos. El HCM es una de esas mediciones que, en este caso, se encargan de determinar la cantidad de hemoglobina (en masa) que hay por cada glóbulo rojo.

Este tipo de análisis suelen pedirse cuando el médico sospecha que el paciente puede sufrir anemia o para descartar otros problemas, ya que el valor del HCM puede ayudar a los médicos a identificar y diagnosticar una variedad de condiciones de salud. De hecho, suele medirse de forma habitual en un análisis de sangre estándar, para el que solamente hacer falta una muestra de sangre del paciente y su posterior análisis en un laboratorio. 

Los resultados del mismo suelen aparecer en una hoja de laboratorio que presenta los valores del paciente junto con los resultados que se supone que una persona con su condición física sana debería de tener. Así se pueden comparar los resultados y ver si existe alguna anomalía. Estos rangos dependerán siempre de la edad, el sexo y el estado de salud del paciente, además de la medida que cada laboratorio utilice para comparar.

Si el resultado no entra dentro de los ‘valores normales’ tampoco quiere decir que haya un problema grave de salud; quizá sea un indicativo para una evaluación médica más profunda. Por supuesto, la interpretación del análisis recae en el profesional de la salud y en ningún momento es conveniente analizarlos nosotros mismos si no poseemos los conocimientos necesarios. Hay que tener en cuenta que, cuando se consulta un análisis, el médico está teniendo en cuenta al mismo tiempo otros factores, como los síntomas del paciente, su historial médico y el resto de pruebas que se le hayan realizado.

El HCM juega un papel crucial en el diagnóstico de ciertas enfermedades, ya que un valor bajo puede indicar algún tipo de anemia (como la anemia por deficiencia de hierro), mientras que un valor alto puede tener otras consecuencias, como el desarrollo de anemia megaloblástica. Sea como sea, unos valores demasiado altos o bajos no son algo bueno, pero los valores de HCM pueden usarse también como marcadores de la propia enfermedad que crea su irregularidad, ayudando a los médicos a monitorear la eficacia de los tratamientos.

Recordamos una vez más que el HCM sola no sirve para generar un diagnóstico, sino que se tiene que tener en cuenta el contexto de otros resultados del análisis de sangre y síntomas clínicos para poder generar un tratamiento adecuado.

 

Valores del HCM

 

Ahora que ya sabemos que es la hemoglobina corpuscular media y su importancia, veamos cuáles son los valores normales en un ser humano sano y cuándo comienza a haber preocupación por un valor demasiado algo o bajo:

 

-HCM normal:


Como ya hemos explicado antes, no es tan fácil llegar a un valor estándar de HCM porque cada laboratorio lo mide de una forma, por lo que, en general, se ha llegado a acuerdo de que el rango normal para un adulto es de aproximadamente 27 a 33 picogramos (pg) por célula. Los niños tienen un rango más bajo dada la función de sus células sanguíneas pero, como siempre, se deben tener en cuenta muchos otros factores del paciente.

 

-HCM alto:

 

A partir de más de 33 picogramos ya se considera que el HCM está alto, llegado a desarrollar hipercromía. Normalmente se le asocia también al nivel de vitamina B12 en la sangre. Por supuesto, dependiendo del aumento de nivel del que hablemos, el problema será mayor o menor. Una ligera elevación de HCM puede estar provocada por un consumo puntual y elevado de alcohol, por ejemplo, pero si el valor es muy alto ya pasaríamos a hablar de una patología en el hígado o la tiroides, que se tienen que tratar de manera específica.

Si existe un nivel de HCM alto o muy alto, la sangre adquiere un color rojo muy intenso porque los  glóbulos rojos tienen más hemoglobina de lo normal, que puede deberse a una falta de vitamina B12 o de ácido fólico, causando anemia perniciosa o incluso hepatitis C. Como las causas son tan variadas, no existe un tratamiento único y específico para solucionar el problema, sino que hay que aplicar una solución médica concreta para determinar el origen de esta descompensación de valores.

 

Para que puedas hacerte una idea, algunos de los síntomas más comunes en un HCM alto son:

 

  • Piel de tono blanquecino, incluso azulado.
  • Problemas en la respiración.
  • Aceleración de los latidos del corazón.
  • Dolores y molestias en el abdomen.

 

HCM bajo. Igual que un valor alto, también es posible llegar a un valor bajo, cosa que es igual de peligrosa para la salud. Un valor de HCM bajo significa la aparición de hipocromía, que no suele venir acompañada de síntomas muy evidentes, de ahí que sea un poco más peligrosa. Si los hay, los más habituales son:

 

  • Dificultad para respirar correctamente.
  • Sensación de mareo.
  • Ojos con coloración amarillenta.
  • Migrañas o dolores de cabeza fuertes.
  • Problemas de concentración.

 

Como ves, estos síntomas pueden hacer referencia a muchos tipos de problemas, por lo que para despejar dudas lo mejor es acudir al médico. La causa más habitual de la hipocromía es la falta de hierro, condición que suele darse especialmente en mujeres y niños. Este problema necesitará de un tratamiento especializado, como en el caso del HCM alto, para que el paciente supere la anemia (dieta rica en hierro, suplementos de vitamina C).

 

Cómo mantener valores normales de HCM

 

Además del tratamiento médico adecuado, también se pueden realizar algunos cambios en el día a día para volver a conseguir niveles normales de HCM en sangre, como por ejemplo:

Dieta equilibrada. Comer de forma sana y en su justa medida, además de para la salud general, también nos ayuda a mantener niveles saludables de HCM. Hay que tener en cuenta que el componente principal del HCM es la hemoglobina, que necesita hierro para su producción y correcta funcionamiento. Por eso, escoger una dieta rica en este mineral ayudará a mantener  niveles estables de hemoglobina y, por lo tanto, de HCM. Los alimentos que más hierro contienen son las carnes rojas, el pescado, las aves, las legumbres, los frutos secos y los cereales con hierro. 

La vitamina B12 y el folato también son necesarios para la producción de glóbulos rojos y una deficiencia de estos componentes puede producir un HCM alto. Es importante controlar sus niveles e introducir alimentos en nuestra dieta ricos en estos nutrientes, como lácteos, huevos, carnes, cereales integrales y verduras de hoja verde.

Estilo de vida. Además de una dieta rica y variada, es importante llevar un estilo de vida saludable para mantener los valores de HCM en rangos normales. Esto incluye hacer ejercicio o una actividad física de forma regular (no es necesario que sea muy exigente), y evitar el consumo excesivo de alcohol y de tabaco.

Y no solo eso: también hay que cuidar mucho un aspecto del que solemos olvidarnos: el sueño. Es fundamental tener un buen descanso y sueño, ya que la fatiga y el estrés derivados de no estar descansados pueden afectar a todo el organismo, incluyendo los niveles de HCM. 

Chequeos médicos. Una detección del problema a tiempo es clave para solucionarlo con las mínimas secuelas posibles. Si cuidas tu salud y vas al médico de vez en cuando para realizar tus análisis periódicos, en los que el médico podrá averiguar los niveles de HCM y otros elementos, ayudarán a detectar cualquier anomalía antes de que se convierta en un problema mayor. 

Este hecho es especialmente importante para los pacientes con enfermedades que pueden alterar el HCM, como la anemia, o en personas con mayor riesgo de desarrollar esta enfermedad, como las mujeres embarazadas o las personas con enfermedades crónicas. 

Si hay alguna anomalía en el HCM, los médicos podrán ponerse manos a la obra y hacer los análisis extra que crean convenientes para comenzar a descartar problemas y detectar la causa de ese nivel irregular. De ahí que los chequeos y la mentalidad de acudir al médico al menos una vez al año para un análisis de sangre sea tan importante. De eso sabemos mucho en Ambar Lab, donde ofrecemos más de 3.000 pruebas de laboratorio, el acompañamiento en la gestión de tu negocio y el desarrollo de nuevos proyectos.

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