Nuestro cuerpo es un sistema fascinante y complejo, y la sangre juega un papel fundamental en su funcionamiento. Son precisamente los elementos que conforman nuestra sangre los que pueden convertirse en marcadores de tumores o enfermedades y así ayudarnos a entender su evolución y, preferiblemente, su desaparición. El ácido láctico y su análisis pueden ayudarnos, entre otras cosas, a controlar afecciones como la sepsis, pero también la acidosis láctica, la cual puede hacer que llegue poco oxígeno a los tejidos del cuerpo.
De ahí que sea necesario contar con un laboratorio capaz de realizar esta prueba y todas aquellas relevantes y relacionadas con el ácido láctico para poder ofrecer un mejor diagnóstico. Como en Ambar Lab contamos con ellas, veamos por qué es tan importante este examen y qué resultados puede ayudarnos a dilucidar.
¿En qué consiste el ácido láctico?
El ácido láctico es un producto final que crea nuestro organismo cuando detecta que la cantidad de oxígeno de las células está disminuyendo en las zonas en las que se está produciendo el metabolismo. También puede realizar la transformación si nota hiperactividad simpática dada por el ejercicio o por las sustancias de tipo epinefrina.
El lactato es una de las sustancias más vigiladas en corredores y deportistas bajo control médico periódico, ya que durante el ejercicio frecuente experimentan la fase de resistencia aeróbica pura. Durante esta fase, se activa el metabolismo de las grasas más que el de la glucosa, y la concentración de lactato (el anión del ácido láctico) se mantiene dentro de los niveles basales.
Durante esta fase es cuando se activan y utilizan las fibras musculares tipo I, también conocidas como fibras rojas, las cuales son las más adecuadas para el trabajo de resistencia. Posteriormente, se produce un cambio de fase con un aumento en la intensidad del ejercicio, lo que demanda más energía. Debido a que las grasas no pueden proporcionar suficiente energía, el cuerpo comienza a quemar glucosa, lo que resulta en un aumento de los niveles de lactato.
Hasta este momento, el lactato aún no se dispara en el organismo, por lo que los niveles se mantienen moderados. Sin embargo, en la tercera fase del ejercicio, cuando la intensidad requiere más potencia y energía, la glucosa comienza a degradarse. Esto conduce a la acumulación de lactato, que supera su eliminación, resultando en la falta de estabilidad metabólica.
¿Qué ocurre en el cuerpo?
La concentración de lactato indica que el cuerpo está utilizando una vía energética diferente a la habitual. Evaluar la optimización de esta vía es crucial para ciertas disciplinas deportivas y niveles de entrenamiento. Sin embargo, el lactato provoca acidosis metabólica, lo que fisiológicamente induce un bloqueo neuromotriz, creando un estado de fatiga. Esto disminuye el rendimiento del deportista o corredor.
Por ello, es fundamental que los deportistas aprendan a tolerar mejor esta acidez mediante mecanismos tamponadores compensatorios. Algunos atletas pueden gestionar y mantener su rendimiento bajo estas condiciones, mientras que otros no, lo que resulta en una disminución de su capacidad para soportar la intensidad del ejercicio.
En este caso, es necesario disminuir los niveles de ácido láctico. Una de las mejores formas de lograrlo es mediante el entrenamiento, acostumbrando al cuerpo al deporte para que se adapte y desarrolle sus propios mecanismos para reducir la acumulación de lactato y aumentar la tolerancia a su concentración.
Será fundamental en este caso que el médico trabaje codo con codo, tras las pruebas de laboratorio, con un entrenador para ayudarle a diseñar una serie de ejercicios dirigidos a mejorar la tolerancia al lactato. Necesitaremos conocer los niveles aeróbico y anaeróbico que una prueba de esfuerzo nos proporcionará.
Estos valores indican el punto en el que el cuerpo comienza a acumular ácido láctico por encima de los niveles basales y el umbral en el que se dispara a niveles más altos, lo que puede llevar a una pérdida de estabilidad. Con esta información, podemos planificar entrenamientos de alta intensidad de manera efectiva.
En estos casos, se recomiendan series cortas de alta intensidad con intervalos de recuperación. Este tipo de entrenamiento aborda el lactato desde el momento en que empieza a acumularse, acostumbrando al cuerpo, y especialmente a los músculos, a su presencia. Con el tiempo, el atleta o deportista llegará a crear tolerancia al ácido láctico, reduciendo así la fatiga.
Pruebas de ácido láctico
El ácido láctico se utiliza en análisis, particularmente en el ámbito deportivo y médico, para evaluar el rendimiento físico, la capacidad aeróbica y anaeróbica y para diagnosticar y monitorear ciertas condiciones de salud. Sin embargo, el examen de ácido láctico se utiliza principalmente para:
Pruebas de lactato en sangre
Durante las pruebas de ejercicio, se miden los niveles de lactato en sangre para determinar el umbral de lactato, es decir, el punto en el que el lactato comienza a acumularse en la sangre. Este resultado es crucial para identificar la intensidad del ejercicio que un atleta puede mantener antes de que la fatiga se convierta en un factor limitante.
Por su parte, las pruebas de esfuerzo medirán el lactato en diferentes etapas de intensidad del ejercicio para evaluar la eficiencia metabólica y la capacidad de resistencia del atleta. Los niveles elevados de lactato pueden indicar problemas de oxigenación en los tejidos, como en casos de shock, sepsis, insuficiencia cardíaca o enfermedades metabólicas. El análisis de lactato en sangre también se utiliza para el diagnóstico y monitoreo de estas condiciones.
Pruebas de lactato en el fluido cefalorraquídeo
Los niveles de lactato en el líquido cefalorraquídeo (LCR) pueden servir en el diagnóstico neurológico para identificar infecciones como meningitis, encefalitis y enfermedades metabólicas que afectan el sistema nervioso central.
Pruebas de lactato en la industria alimentaria
El ácido láctico no se mide únicamente en el ser humano, sino que también se utiliza en la industria alimentaria, concretamente durante la producción de alimentos fermentados como yogur, queso y/o encurtidos para asegurar la calidad y la seguridad del producto final.
Procedimiento del análisis de lactato
Lo primero que el laboratorio hace es tomar una muestra de sangre, generalmente de una vena. En un contexto deportivo, la muestra puede tomarse del lóbulo de la oreja o del dedo durante el ejercicio.
Estas muestras se analizarán debidamente utilizando equipos de laboratorio, como analizadores de gases en sangre, espectrofotómetros o equipos de cromatografía. En el ámbito deportivo, se utilizan dispositivos portátiles para una medición inmediata de lactato en el mismo campo.
Los resultados se interpretarán considerando el estado de salud del individuo, la intensidad y duración del ejercicio, o las condiciones específicas de producción en la industria alimentaria, si ese fuese el propósito del examen de ácido láctico.
Beneficios del análisis de lactato
Este examen es uno de los más solicitados para crear rutinas para deportistas de alta intensidad. Sin embargo, no es esa la única ventaja que puede tener este análisis:
Indicador de severidad.
Los niveles elevados de lactato en sangre pueden indicar la severidad de la sepsis, lo que ayuda a los médicos a evaluar el estado crítico del paciente y realizar un seguimiento del tratamiento en tiempo real para mejorar la perfusión y la oxigenación de los tejidos.
Diagnóstico
Niveles anormales de lactato pueden indicar la presencia de trastornos metabólicos, como la deficiencia de piruvato deshidrogenasa o la enfermedad de Leigh.
Problemas circulatorios
Estos niveles elevados pueden indicar hipoxia tisular, hechos que a su vez puede ayudar a diagnosticar condiciones como insuficiencia cardíaca, shock o insuficiencia respiratoria.
Comprensión de procesos biológicos
El análisis del ácido láctico ayuda a los investigadores a comprender mejor los procesos metabólicos y las respuestas fisiológicas al ejercicio y a diferentes condiciones patológicas.
Detección precoz
Si la presencia de lactato es elevada puede ser una señal temprana de problemas graves, por lo que su detección dará lugar a intervenciones rápidas, mejorando las posibilidades de recuperación del paciente.
El ácido láctico y la sepsis
El ácido láctico juega un papel crucial en la evaluación de la sepsis. La acumulación de lactato en la sangre es una consecuencia de la hipoxia tisular y la disfunción mitocondrial que ocurre en esta afección. Los niveles de lactato son indicadores clave de la gravedad de esta enfermedad y de la eficacia de las intervenciones terapéuticas, influyendo directamente en el pronóstico del paciente.
Durante la sepsis, la perfusión de los tejidos puede verse gravemente comprometida debido a la disfunción circulatoria. Esto provoca hipoxia (falta de oxígeno) en los tejidos, lo que lleva a un aumento en la producción de ácido láctico como resultado de la glucólisis anaeróbica.
El aumento en su producción y posterior acumulación en la sangre conduce a una acidosis láctica (una forma de acidosis metabólica). Esta condición se caracteriza por un pH sanguíneo bajo y una elevada concentración de lactato en la sangre.
La reducción de los niveles de lactato mediante la mejora de la perfusión tisular es un objetivo clave en el tratamiento de la sepsis. Estos pueden incluir la administración de líquidos intravenosos, vasopresores y otras intervenciones para mejorar la circulación y el suministro de oxígeno a los tejidos. El seguimiento continuo de la presencia de ácido láctico ayudará a los médicos a ajustar el tratamiento en tiempo real y evaluar la eficacia de las intervenciones.
Ambar Lab
Dada la importancia y la ayuda que puede proporcionar el análisis del ácido láctico es fundamental contar con un laboratorio capaz de proporcionar datos y todo tipo de exámenes adicionales. En Ambar Lab contamos con más de 3.000 pruebas de laboratorio, el acompañamiento en la gestión de tu negocio y el desarrollo de nuevos proyectos. Si quieres saber más sobre nuestro equipo o tienes alguna consulta solamente tienes que ponerte en contacto con nosotros. ¿Hablamos?