Puede que los glóbulos rojos sean más populares que los blancos. Quizá sea su color más llamativo, pero en ningún momento debemos dejar de lado los segundos. También llamados leucocitos, los glóbulos blancos forman parte de las células sanguíneas que ejecutan la respuesta inmunitaria. Su principal misión es defender al organismo de sustancias extrañas o agentes infecciosos.
Sin embargo, su número no siempre significa una buena noticia. La presencia de leucocitos, por ejemplo, en la orina se relaciona con distintas afecciones. Si su nivel es elevado también puede degenerar en enfermedades. Por ello, hoy veremos por qué significan los leucocitos en la orina y cuáles son los problemas que podrían derivar de ellos.
¿Qué son los leucocitos?
Como hemos comentado antes, un leucocito es un tipo de glóbulo sanguíneo (de ahí que se le suela llamar glóbulo blanco) procedente de la médula ósea. Se encuentra tanto en la sangre como en el tejido linfático. Como parte del sistema inmunitario que son, su función es la de ayudar al cuerpo a combatir infecciones y distintas enfermedades.
Existen muchos tipos de leucocitos. Normalmente se les clasifica en base a la presencia o ausencia de gránulos (pequeñas inclusiones que parecen un ‘punteado’ cuando las células se ven al microscopio: granulocitos o agranulocitos. Los primeros son los basófilos, los eosinófilos y los neutrófilos, mientras que los segundos son los monocitos y los linfocitos. Cada uno tiene unas características básicas:
- Neutrófilos. Son una de las primeras células en reaccionar ante una infección. Están entre los leucocitos más numerosos y contienen una gran variedad de productos químicos (enzimas, moléculas mensajeras, etc). Cuando se liberan en el lugar en el que se está produciendo una invasión, atacan la estructura extraña y ‘llaman’ a otras células de defensa.
- Linfocitos. Se trata del segundo gran grupo de células blancas del organismo. Existen 2 grandes tipos de linfocitos: los B (generan anticuerpos) y los T (eliminan las células infectadas, las cancerosas y controlan las reacciones inmunitarias).
- Monocitos. Son las células de ‘retaguardia’. Si se produce un ataque externo o delante de células muertas propias que se deben retirar del organismo, los monocitos salen de la sangre y viajan al tejido afectado. Una vez allí, evolucionarán a macrófagos, unas células capaces de limpiar una zona fagocitando al atacante o a la célula muerta. Una vez dentro, volcarán encima del producto fagocitado moléculas muy oxidantes. Estas inactivarán y destruirán el material extraño. Los macrófagos, además, son capaces de ‘avisar’ a otras células de que se está produciendo un ataque. También podrán mostrar los restos recogidos a otras células para que generen anticuerpos específicos contra virus o bacterias.
- Eosinófilos. Son la principal defensa contra parásitos. También intervienen en los procesos de alergia y, juntos con los basófilos, son el grupo de leucocitos menos abundante en la sangre.
- Basófilos. Constituyen menos de un 1% de los leucocitos. Contienen histamina, una molécula indispensable para el sistema inmune. Forman parte de la defensa contra parásitos, en las reacciones alérgicas, en la piel atópica y en el asma.
¿Qué significan los leucocitos en orina?
El análisis de orina es una de las pruebas más demandadas y comunes en un laboratorio de análisis clínicos. Para ello, se realiza siempre un análisis físico, uno químico y otro microscópico de la orina. Además de estudiar los resultados de las células y bacterias, también se analiza la presencia de leucocitos en orina.
Un número elevado de eritrocitos en el sedimento de orina (glóbulos rojos) recibe el nombre de ‘hematuria’. La presencia de un número, también elevado, de leucocitos (glóbulos blancos) se denomina ‘leucocituria’.
La presencia de un número determinado y bajo de leucocitos (hasta 5 por campo de alta resolución, a un campo de 400 aumentos) en orina puede ser normal. Incluso un ligero aumento en su número no debería alarmarnos. En la mayoría de los casos es un leve problema de salud. Los resultados de los análisis de leucocitos en orina siempre deben correlacionarse con el estado de salud del paciente (síntomas, antecedentes de alguna enfermedad, toma de medicamentos, etc.).
¿Por qué pueden aparecer leucocitos en la orina?
Lo primero que suele pensarse si se encuentran leucocitos en la orina es que su causa es una infección de la misma. Sin embargo, existen otras causas:
- Infección de orina.Como hemos comentado, es lo primero que se piensa si hay muchos leucocitos en la orina. De hecho, esta es la causa más común, sobre todo en mujeres. Puede ser consecuencia de una cistitis o de una pielonefritis. La cistitis tiene como origen de la infección las bacterias y sus síntomas pueden ser quemazón y/o dolor al orinar, ganas de orinar muy a menudo, color turbio y orina con mal olor y, en ocasiones, debilidad, cansancio y fiebre. Estos síntomas aparecen de repente, sin previo aviso y con una intensidad variable. La infección renal o pielonefritis es una de las infecciones más graves y viene acompañada de dolor, micciones frecuentes, fiebre alta, escalofríos, taquicardia y vómitos. Si el paciente está inmunodeprimido o ha estado usando un catéter urinario durante algún tiempo, tiene muchas más probabilidades de desarrollar una infección renal. Un análisis de orina permitirá detectar, además del número de leucocitos, bacterias y nitritos.
- Infección de orina sin bacterias. También se pueden tener leucocitos en orina y sufrir síntomas de infección bacteriana sin que tal infección se demuestre. Esto quiere decir que, aunque un paciente tenga síntomas, no se encontrarán bacterias en el sedimento ni en el cultivo. Este fenómeno se denomina leucocituria estéril. Si una infección urinaria ha sido ‘decapitada’ por un tratamiento antibiótico, no acabado o con resistencia parcial del germen al antibiótico usado ocurre este caso. La leucocituria estéril puede estar causada por enfermedades de transmisión sexual, infecciones por virus o por hongos o incluso la tuberculosis. En estos casos es necesario realizar un cultivo especial o pruebas adicionales, para demostrar la presencia de estos estos gérmenes.
- Bacterias en la orina sin síntomas.En este caso sí se encuentran bacterias en el análisis de orina pero el paciente no desarrolla síntomas. La bacteriuria asintomática no suele tratarse con antibióticos. Este tratamiento únicamente se realiza cuando la persona corre un riesgo elevado de sufrir una infección del tracto urinario si no se trata.
- Prostatitis aguda y crónica. Esta enfermedad solo ocurre en hombres. Los síntomas son dolor y dificultad al orinar, micciones frecuentes (sobre todo por la noche), fiebre y escalofríos. El paciente también puede experimentar dolor en el abdomen, en la pelvis o en la región lumbar. Esta enfermedad es muy poco frecuente y aparece con episodios repetidos, como si fuese una infección aguda (aumento de la frecuencia, urgencia y escozor al orinar). Entre episodio y episodio no tiene porqué aparecer ningún síntoma.
- Litiasis o arenilla en el riñón o en la vía urinaria. En un análisis de orina con Litiasis encontraremos leucocitos, eritrocitos y cristales. Sin embargo, no debería de haber bacterias. Los síntomas de esta enfermedad son dolor en la parte baja de la espalda, dificultad para orinar, disminución de la cantidad de orina, náuseas, vómitos, escalofríos y fiebre.
- Glomerulonefritis (Nefritis no infecciosa). Esta inflamación aguda del riñón (tanto como debut de la enfermedad como brotes de agudización de una ya conocida) tiene unos síntomas muy variados (disminución en la formación de orina, dificultad respiratoria, dolor de cabeza, cansancio, piel pálida, hinchazón). El número de leucocitos en la orina es mucho menor en este caso que en el de una infección. Los que encontremos pueden ser eosinófilos. Si se hace un análisis de sangre, la función renal estará afectada.
- Lupus eritematoso sistémico. En la orina con lupus eritematoso sistémico se podrá observar una gran cantidad de leucocitos, además de proteínas y eritrocitos. Esta enfermedad autoinmune puede causar inflamación en las articulaciones, piel, ojos y riñones.
- Cistitis intersticial. Es un trastorno de causas normalmente desconocidas y de larga duración. Los síntomas incluyen molestias o dolor, presión y aumento de sensibilidad en la zona de la vejiga, en la parte inferior del abdomen y en la zona pélvica. Esta lista de efectos pueden variar entre personas, así como su intensidad.
- Retención de orina. Ocurre cuando la orina se acumula en la vejiga y la presencia de bacterias aumenta el riesgo de infección. Esta situación puede aumentar los leucocitos en la orina.
- Uso de algunos medicamentos. Ciertos medicamentos (antibióticos, aspirina, corticoides, diuréticos) pueden causar la aparición de leucocitos en la orina (en este caso, eosinófilos).
- Cáncer. Algunos tumores como los de vejiga, en la próstata o en los riñones pueden generar leucocitos en la orina. Estas situaciones hacen que el sistema inmune se debilite. También puede darse el caso de que los leucocitos aparezcan como consecuencia del tratamiento realizado contra estos tumores.
Conclusiones
El tratamiento de un número elevado de leucocitos en la orina depende por completo de la causa que lo provoca. Solamente un diagnóstico correcto nos permitirá acertar con el tratamiento. En la mayoría de casos no es necesario realizar una profilaxis activa. z
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