¿Qué es el perfil analítico completo?
Un análisis clínico es un estudio complementario de varias muestras biológicas con el objetivo de confirmar o descartar un diagnóstico.
La sangre es el fluido que más se utiliza para realizar los análisis, junto con las muestras de orina. Otros fluidos, aunque menos habituales, pueden ser la saliva, el líquido de las articulaciones, líquido cefalorraquídeo, líquido amniótico o los exudados.
Estos análisis ofrecen resultados objetivos e interpretables por el personal médico. Este utilizará unos valores de referencia establecidos para cada población y los comparará para poder dictaminar los resultados. Estos pueden ser cuantitativos (valor) o cualitativos (resultados positivos o negativos). Respecto a los cuantitativos, es necesario comentar que, cuando la concentración obtenida es superior al valor establecido, se considera que hay un exceso. Si, por el contrario, está por debajo de lo normal, habrá un defecto.
Un perfil analítico comprende una serie de pruebas establecidas que se analizan juntas para estudiar un órgano, un tejido o una patología. Existen mucho perfiles analíticos, así que se realizan análisis específicos para cada uno de ellos, pues se necesitan datos determinados para cada tipo. Los más comunes son el perfil básico, el perfil lipídico, el perfil renal, perfil de tiroides y perfil de embarazo.
La medicina preventiva recomienda realizar una analítica completa cada año para prevenir problemas de salud o detectarlos a tiempo si aparecen. Una de las funciones de este tipo de análisis es la de servir de control en personas que no desarrollan sintomatología ni patologías previas. Sin el análisis, no se podría averiguar con anterioridad si tienen alguna enfermedad.
Para este tipo de análisis se requiere que el paciente acuda en ayuno estricto de 8-12h. Se necesita una muestra de orina y de sangre venosa para proceder con el análisis.
¿Qué pruebas se incluyen en el perfil analítico completo?
En el análisis completo se incluyen las siguientes pruebas:
- Albúmina en suero. En personas hospitalizadas, este análisis evalúa su estado nutricional. También sirve para detectar enfermedades renales o hepáticas.
- Perfil básico en orina. Se pueden detectar enfermedades renales o infecciones del tracto urinario.
- Sedimento de orina. Se analizan algunos problemas del aparato urinario. Con esta muestra también se analizan las proteínas, los glóbulos rojos y blancos, la glucosa, etc.
- Colesterol total en suero. Se puede determinar si el paciente tiene posibilidades de desarrollar una enfermedad cardíaca, valorar la efectividad de un tratamiento hipolipemiante.
- Colesterol HDL en suero. Conocido como ‘colesterol bueno’, ayuda a eliminar otras formas de colesterol del torrente sanguíneo. Es necesario llevar un seguimiento de sus niveles.
- Colesterol LDL [directo] en suero. Un nivel elevado aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, como la aterosclerosis.
- Glucosa en suero. Un análisis a tiempo de la glucosa puede detectar y diagnosticar la prediabetes, diabetes, hiperglucemia e hipoglucemia.
- Urea en suero. Su objetivo es evaluar la función renal. Se recomienda no tomar una dieta muy rica en proteínas en las 24 horas previas al análisis para que los resultados sean lo más exactos posibles.
- Ácido urico en suero. Es necesario detectar concentraciones altas de ácido úrico en sangre, pues podrían significar la aparición la gota.
- Triglicéridos en suero. Analizar los triglicéridos permite calcular el nivel de colesterol LDL en el paciente y evaluar el riesgo de sufrir posibles enfermedades cardíacas.
- Aspartato-aminotrasferasa [GOT]. Sirve para evaluar si existe algún daño en el hígado y ayuda a identificar un posible daño hepático.
- Alanina-aminotransferasa [GPT]. El análisis de esta enzima ayuda a detectar daños en el hígado.
- Gamma glutamil transpeptidasa en suero [GGT]. Mide la cantidad de GGT en sangre. Con este análisis podemos saber si, de producirse algún daño en el hígado, este se debe a una enfermedad hepática o a una enfermedad de los huesos.
- Calcio en suero. En análisis del calcio permite diagnosticar una gran variedad de enfermedades, entre ellas enfermedades óseas o de la tiroides.
- Sodio en suero. Un análisis del sodio permite averiguar si su concentración está dentro de los límites de normalidad.
- Potasio en suero. Determina si la concentración de este mineral está dentro del intervalo de referencia. También ayuda a evaluar un posible desequilibrio electrolítico.
- Cloruros en suero. Este análisis detecta posibles problemas con los electrolitos o con el equilibrio ácido-base (pH).
- Fósforo en suero. Evalúa la concentración del mineral en sangre y ayuda en el diagnóstico de trastornos que aumentan o disminuyen su concentración.
- Recuento hematológico. Este recuento mide la cantidad de glóbulos rojos, blancos, la cantidad total de hemoboglina en sangre y la parte de la sangre compuesta de glóbulos rojos.
- Fórmula leucocitaria. Con él podemos averiguar la causa de una alteración en el recuento de leucocitos.